Día 3 Ceremonia Fúnebre en Plum Village Francia
DÍA 3: Ceremonia Fúnebre- En Plum Village Francia
Upper Hamlet - 24 de enero de 2022
Canto de la mañana
El cuerpo del Dharma
irradia luz en la mañana.
En concentración, el corazón está en paz.
Una leve sonrisa nace en nuestros labios.
Es un nuevo día,
hacemos el voto de vivirlo en plena consciencia.
El sol de la sabiduría ya se alza,
iluminando todas las direcciones.
Noble Sangha estableced vuestras mentes en meditación.
Namo Sakyamunaye Budhaya,
Namo Sakyamunaye Budhaya,
Namo Sakyamunaye Budhaya.
Meditación guiada: Thay en mí
Al inspirar, soy consciente de mis pulmones.
Al espirar, invito a Thay a respirar con mis pulmones.
Mis pulmones,
Thay respira.
Al inspirar, soy consciente de mi espalda.
Al espirar, invito a Thay a sentarse con mi espalda.
Mi espalda,
Thay se sienta.
Al inspirar, soy consciente de que Thay está respirando.
Al espirar, disfruto respirando con Thay.
Thay está respirando,
respiro con Thay.
Al inspirar, soy consciente de que Thay está sentado.
Al espirar, disfruto de estar sentado con Thay.
Thay está sentado,
estoy sentado con Thay.
Al inspirar, siento la alta calidad de la respiración de Thay.
Al espirar, disfruto de la alta calidad de la respiración de Thay.
Calidad de la respiración,
disfruto
Al inspirar, siento la alta calidad de la sentada de Thay.
Al espirar, disfruto de la alta calidad de la sentada de Thay.
Calidad de la sentada,
disfruto.
Al inspirar, me establezco en el momento presente.
Al espirar, es un momento maravilloso.
Momento presente,
momento maravilloso.
Ofrenda de incienso
Con todo nuestro corazón y con gratitud,
ofrecemos este incienso
a los budas de todos los tiempos y de todos los lugares.
Que su perfume sea el de la tierra misma,
que sea el reflejo sincero de todos nuestros esfuerzos,
de nuestra plena consciencia,
el fruto de nuestra comprensión madurando dulcemente.
Que los budas y los bodhisattvas nos acompañen en el camino
con todos los seres.
Que abandonemos el mundo del olvido y alcancemos el despertar
y nuestra verdadera morada. (C)
Tocar la Tierra
Quien se inclina y la persona ante quien se inclina
están ambos vacíos por naturaleza.
Por eso, la comunicación entre ambos es inefablemente perfecta.
Nuestro centro de práctica es la red de Indra,
que refleja a todos los budas en todos los lugares.
Pongo mi persona ante cada buda,
y tomo refugio para toda mi vida.
Ofreciendo luz en las diez direcciones,
el Buda, el Dharma y la Sangha,
ante los que nos inclinamos en gratitud.
Mostrando y viviendo el camino de la plena consciencia
en el corazón mismo del sufrimiento y la confusión,
Shakyamuni Buda, el Despierto Perfecto,
ante quien nos inclinamos en gratitud.
Siguiendo el camino sin miedo y con compasión,
la corriente de maestros ancestrales,
ante quienes nos inclinamos en gratitud.
Arrepentimiento y toma de refugio de por vida
Con toda nuestra vida, tomamos refugio
en aquellos sublimes despiertos
en las diez direcciones,
en el profundo y maravilloso Dharma
ya proclamado,
en la sagrada Sangha
que realiza los cuatro frutos
y practica los tres vehículos de liberación.
Con compasión, tiendan su brazo
y cobíjennos. (C)
Desde hace tiempo, hemos ido en contra
de nuestra verdadera naturaleza,
nos hemos ahogado en el océano del sufrimiento
y en el río de la confusión,
incapaces de ver una salida
o el camino hacia nuestra verdadera morada.
Empujados por las olas,
no pudimos cambiar de rumbo.
Sembramos condiciones
para la formación de aflicciones.
Durante incontables vidas,
cometimos actos que nos ataron con cadenas.
No hemos discernido el camino recto del errado.
El fruto de nuestro resentimiento e injusticias
se ha hecho profundo y pesado.
Ahora nos inclinamos de todo corazón.
Abrimos el corazón para comenzar de nuevo
y confiamos en la gracia suprema. (C)
Con toda sinceridad,
invocamos al héroe verdadero,
descendiente del Sol,
para que nos salve junto a todos los seres
del océano de nacimiento y muerte.
Hacemos el voto de emprender camino
con buenos amigos y amigas espirituales
para dejar el reino de las aflicciones
y encontrar la orilla de la liberación.
Que dediquemos toda esta vida a la práctica
y generemos mérito para erigir sólidos cimientos de práctica
en vidas por venir.
Así, cultivaremos la vocación más excelsa
hasta que broten la comprensión y el amor, frescos y bellos.
Que podamos siempre renacer como seres humanos.
Que encontremos las enseñanzas
y llevemos una vida de práctica verdadera.
Que un maestro o maestra despierta
nos guíe en el camino.
Que una fe verdadera nos lleve a unirnos
a una auténtica Sangha de cuatro brazos.
Que las seis facultades sensoriales y las tres acciones
estén en equilibrio y armonía.
Que no sigamos a personas mundanas
ni quedemos atrapados en ataduras.
Que practiquemos de todo corazón y con celo
las enseñanzas de nuestro maestro primero
según el brahmacharya
y abandonando toda actividad mundana.
Practiquemos las maneras refinadas
y el comportamiento correcto
hasta que reluzcan brillantes.
Con bondad amorosa,
protejamos la vida de todos los seres,
por pequeños que sean.
Crearemos continuamente
suficientes causas y condiciones beneficiosas
a fin de que las infinitas desgracias se disuelvan
como la niebla de la mañana.
Con mente perfectamente concentrada,
formulemos la aspiración de desarrollar la bodhicitta
a fin de que se manifieste
el trono del loto de la comprensión perfecta del vacío.
Que gracias a nuestra práctica constante
seamos testigos del despertar a la verdad excelsa
y seamos capaces de transmitir la mente verdadera.
Que transcendamos el ciclo que nos ahoga
en el océano del renacer
y desarrollemos la práctica de los seis paramitas
para salvar a todos los seres.
Estableceremos por doquier centros de práctica
para destruir la red de la duda
y purificar a todas las personas y el medio ambiente.
Someteremos a los espíritus dañinos,
transmitiremos la lámpara del Dharma
y llevaremos adelante el linaje por siempre.
Seremos felices de servir a los budas en las diez direcciones
sin jamás desanimarnos por cansancio o dificultad.
Por numerosas que sean
las maravillosas y profundas puertas del Dharma,
las realizaremos todas
para liberarnos a nosotros mismos y, después,
dirigir los méritos y la visión profunda a ayudar a todos los seres.
Así, el fruto de la budeidad se hará presente
y se realizará el Dharmakaya completamente.
Responderemos de forma apropiada
a las circunstancias que se dan en el mundo
y nos dividiremos en innumerables cuerpos
para rescatar poco a poco a todos los seres vivos.
Que el néctar de la bondad amorosa
se vierta sobre los reinos de dioses y humanos
y que se extienda, inmenso,
el océano de actos y votos para rescatar a los seres.
Que todas las regiones de la Tierra, cercanas o lejanas,
conozcan la armonía.
Que podamos salvar a todos los seres
proclamando las maravillosas puertas del Dharma.
Que la luz de la comprensión brille
desde el maravilloso nirmanakaya
y convierta en beneficiosos
los reinos donde sufren animales, plantas y minerales.
Que diez mil especies
sean liberadas de ataduras y penas
con solo ver nuestra forma y oír nuestro nombre.
Que hagamos brotar nuestra aspiración más profunda
para disipar el sufrimiento en los diez mil ámbitos.
Cuantas quiera que sean las acciones erróneas
que conducen a injusticias atroces,
cuantos quiera que sean los sufrimientos
en los reinos de las bestias, que todos,
gracias al poder de las maneras refinadas y la espiritualidad,
se desvanezcan como el rocío en la verde montaña al amanecer.
Que llevemos remedios a los enfermos en necesidad acuciante,
vestido y alimento a los desposeídos.
Que todos esos méritos broten y florezcan.
Que la paz y la alegría sean realizadas
en el seno mismo del círculo del samsara.
Que todos los seres, sea cual sea su raza o fe,
bien sean amigos o enemigos,
tengan la misma suerte de atravesar el océano de aflicciones.
Que abandonemos por siempre las ataduras no beneficiosas,
soltando los nudos que atan mente y cuerpo.
Que cultivemos las condiciones beneficiosas
para nuestro excelso camino
y así, junto a las demás especies innumerables,
dirigirnos hacia el Dharmakaya. ©
Aunque tiemblen los cielos,
mis votos permanecerán inmutables durante incontables vidas.
Que todos los seres que alguna vez existieron
realicen completamente el camino de la gran comprensión
y se sienten, sólidos, al pie del árbol Bodhi. (CC)
Canto: Escuchar la campana
Se invita a la sangha a volver a la respiración para que nuestra energía colectiva de plena consciencia nos reúna como un solo organismo, fluyendo como un río, sin más separación.
Que toda la sangha respire como un solo cuerpo, cante como un solo cuerpo, escuche como un solo cuerpo, y trascienda los límites de un yo ilusorio, liberándonos del complejo de superioridad, del complejo de inferioridad y del complejo de igualdad.
Con cuerpo, palabra y mente
en perfecta unidad,
envío mi corazón
junto al sonido de esta campana.
Que quienes la escuchen
despierten del olvido
y trasciendan el camino
de la ansiedad y el dolor.
Escucho, escucho, este maravilloso sonido
me devuelve a mi verdadero hogar.
Que el sonido de esta campana
penetre profundamente en el cosmos,
que incluso en los lugares más oscuros
todo ser vivo lo escuche con claridad,
para que la comprensión ilumine
sus corazones y sin dificultades
trasciendan el ciclo de nacimiento y muerte.
Al escuchar la campana siento
que mis aflicciones se disuelven,
mi mente se calma, mi cuerpo se relaja,
y una sonrisa nace en mis labios.
Siguiendo el sonido de la campana,
mi respiración me lleva de vuelta
a la isla segura de la plena consciencia.
En el jardín de mi corazón,
flores de paz florecen con belleza.
La Puerta Universal del Dharma ya está abierta,
el sonido de la marea creciente es claro, y el milagro ocurre:
un hermoso niño nace en el corazón de una flor de loto.
Una sola gota de este néctar compasivo
basta para devolver la primavera a las montañas y a los ríos.
Namo Valokiteshvaraya,
Namo Valokiteshvaraya,
Namo Valokiteshvaraya. (C) (C) (C)