Ética sin Dogma.
6 de junio
Ética sin Dogma.
"Somos muchas gotas de agua. Nos hemos manifestado en muchos lugares, de muchas maneras. Ahora nos reunimos, fluyendo como un gran, sereno y alegre río, para este retiro de 21 días en Plum Village. El río cambia de un día para otro; de un minuto al siguiente este río ya no es el mismo que era poco antes. En el día 21, cuando este retiro ya haya acabado, regresaremos de nuevo a diversos lugares, llevando a nuestro mundo la energía que hemos generado practicando y viviendo juntos como un solo cuerpo. Aquí, ahora, disfrutemos de cada minuto, de cada segundo de nuestro cuerpo de sangha, siempre cambiante. Este retiro es una celebración, es una reunión familiar, un festival del Dharma. No estamos atrapados por un rígido programa, tenemos solo un sencillo esquema de retiro. Nos encomendamos al río de la sangha. Y estamos a salvo en el amoroso abrazo de la sangha. Somos libres. Aprendemos y crecemos, no solo mientras escuchamos los discursos del Dharma o al hacer prácticas formales, sino en todo momento, en toda situación. Todo surge de este gran río y a él regresa, a nuestro cuerpo de sangha. Nuestro cuerpo de sangha también es Buda. Es el Dharma. Es las tres joyas que se manifiestan para nosotros justo aquí, justo ahora. Ahora que la tierra y el cielo nos prodigan calor, belleza y todas las delicias de un temprano verano, que todos y cada uno de nosotros florezca con los lotos y que experimentemos alegría sin límites durante el precioso tiempo que pasamos juntos."
Esto lo ha escrito uno de vosotros, no Thay.
Buenos días, querida sangha. Hoy es sábado seis de junio del 2009. Estamos en la sala de meditación Asamblea de Estrellas, en Lower Hamlet, en nuestro retiro de 21 días.
Antiguamente describíamos dukkha, malestar, de una manera que hoy es inadecuada, sobre todo para los jóvenes. Hablábamos de dukkha, malestar, en cuanto nacimiento, muerte, vejez, enfermedad, etc. Pero nacimiento y muerte son parte de la vida; aceptar la vida es aceptar nacimiento y muerte. Así que nacimiento y muerte no son exactamente malestar. Claro que el nacimiento de un niño implica peligro, mucho riesgo, dolor. Pero el nacimiento de un niño es maravilloso para la madre, para el padre y para nosotros. Por eso celebramos nuestro cumpleaños. ¡Feliz cumpleaños! Así que nacer no es exactamente malestar. No es sufrimiento, puede ser una alegría, depende de nuestro modo de ver.
La vejez. Yo he descubierto que envejecer es delicioso, maravilloso. Tenemos más calma, nos movemos más despacio y disfrutamos mucho más que cuando éramos más jóvenes. No te apresuras, te tomas tu tiempo y saboreas cada momento de tu vida. La vejez no es tan mala. Tampoco la vejez es malestar. Se puede disfrutar de la vejez.
La enfermedad. La enfermedad es parte de la vida, como el nacimiento y la vejez. Si aceptamos la vida hemos de aceptar la enfermedad. Cuando éramos pequeños enfermábamos a menudo. Gracias a eso nuestro sistema inmune se fortaleció. Si de niños no hubiéramos enfermado seríamos muy débiles. Enfermar es aprender a ser fuertes. Gracias a que el niño enferma una y otra vez, su sistema inmune se refuerza. Por eso la enfermedad es beneficiosa. Hemos de aceptarla porque tiene bondad, su propia bondad. Es la manera de mirar. La enfermedad no es exactamente malestar, sufrimiento. Podemos enfermar, pero no hay por qué sufrir. No podemos evitar la enfermedad, pero el sufrimiento es opcional. Puedes resfriarte, pero no hay por qué sufrir. Claro, me resfrío. Resfriarse es algo habitual, algo que te ocurre a veces. Así que no debes sufrir, aunque tengas un resfriado.
Hay cosas inevitables, pero sufrir depende de ti. Quizá no puedas evitar el dolor, pero sufrir es opcional. Tú eliges sufrir o no sufrir. Por tanto, nacimiento, vejez y enfermedad son naturales y tienes la posibilidad de no sufrir por su causa si has optado por aceptarlos como parte de la vida. Depende de ti. Por favor, recuerda: el dolor es inevitable pero sufrir es opcional. Puedes elegir no sufrir aunque el dolor esté ahí, la enfermedad esté ahí. La vida y la situación serán muy diferentes. Depende de tu manera de mirar.
La muerte. La muerte es también parte de la vida. No es el enemigo. Muchas células de nuestro cuerpo mueren en cada momento, y por ello nacen nuevas células. La muerte ocurre todo el tiempo. Sin la muerte, el nacimiento no es posible. Para aceptar la vida debes aceptar la muerte. Imagina que la muerte no existiera. Solo habría gente vieja caminando por el planeta. No nacería ningún niño. Algunos aceptamos la muerte sin miedo, como algo natural. Si miras profundamente verás que no mueres. Continúas bajo otras formas. Puede que cambiar de una forma a otra sea algo gozoso. Si eres una nube debes dejar tu forma de ser nube para convertirte en lluvia. Ves que ser lluvia, caer a la tierra, es algo maravilloso. Aceptas la muerte de la nube para abrazar el nacimiento de la lluvia. No has de sufrir. Se puede aceptar la muerte. No debes sufrir a causa de la muerte. Depende de tu sabiduría, de tu manera de mirar.
Antiguamente se decía que la separación de aquellos que amamos es sufrimiento, dukkha. No quieres separarte de las personas a las que estás apegado, de él, de ella. Si esa persona debe partir, sufres. Pero si poseemos una profunda sabiduría, una aspiración firme, podemos aceptar esa separación para realizar nuestro propósito. No tenemos que sufrir.
Y la reunión... no la reunión, sino el tener que convivir con alguien que no amas, que odias, es sufrimiento. Estas son todas las definiciones de dukkha, del malestar. Si eres un buen practicante ves que esto es un reto, es una oportunidad de practicar y aceptar a esa persona. Así tu práctica crece. Tu amor, tu comprensión y tu perdón crecen. Eso es bueno. Por ello, acercarnos a esas personas, permanecer con aquellos que no nos gustan ya no es considerado malestar y sufrimiento.
No conseguir lo que quieres. No conseguir lo que quieres es sufrimiento, es malestar. Esta era la definición de dukkhaen el pasado. Claro que sufres cuando no consigues lo que quieres. Pero lo cierto es que a veces lo consigues y sufres aún más. Y después de conseguirlo ya no lo aprecias. Ahora quieres otra cosa.
Esa es la manera antigua de describir dukkha. Ahora tenemos nuestra nueva manera. Como maestro del Dharma tienes que darte cuenta de que el dukkha actual debe ser presentado, descrito, de otra manera. Hemos comenzado con la tensión en el cuerpo. El estrés, un tipo de malestar muy cercano que debemos reconocer para poder tratar. La tensión, el estrés, el dolor corporal. Un maestro del Dharma me dijo ayer que la gente está muy estresada. Por eso, lo que más aprecian es la práctica de la relajación total profunda. Cuando vienen a los retiros, cuando se tumban y pueden relajarse, en esa posición reciben mejor la enseñanza. Ofreces una meditación guiada para que se relajen y entren en contacto con sus cuerpos, sus sentimientos, y aflojen la tensión. Ese maestro del Dharma dijo que todos responden a esa práctica: relajación total, meditación guiada tumbados. La gente está estresada y necesita descansar para aflojar la tensión. Si organizas un retiro la relajación total profunda será una parte importante. Una meditación guiada en esa posición puede tener mucho éxito.
Hay violencia en nosotros, ira, violencia en nosotros. Ira que se manifiesta como terrorismo y desesperación. Un acto terrorista puede ser descrito como un acto desesperado. El suicidio es un acto de desesperación. En Francia, cada día, 33 o 35 jóvenes se suicidan cada día. Son más en Gran Bretaña y otros países. Todos los días se suicidan jóvenes. Hay tanta ira, tanta desesperación en ellos. Y no saben cómo manejarla. Ese es el dukkha real de nuestra sociedad. Sufren tensión, estrés, dolor, ira, desesperación. Y por eso se suicidan. Hemos de ayudarles. Como maestros del Dharma, debemos conocer formas de ayudar a los jóvenes de todos los países. La gente no se suicida por ser pobre, sino por la desesperación y la ira. La gente no mata porque es pobre. La gente mata porque es víctima de la ira la desesperación y la violencia. Para ayudar a un terrorista y a un posible terrorista hemos de ayudarle a quitar la ira, la desesperación, la violencia en él. Matarlos no es ayudarlos.
Familias rotas... las hay en todas partes. Divorcios, familias rotas. Hemos de poseer el tipo de práctica y enseñanza que ayude en esta situación. Cómo ayudar a una pareja a permanecer unida. Cómo ayudar a que los niños conserven una familia y no sufran del divorcio, de una familia rota. El terrorismo, la destrucción de la vida humana, la destrucción del ecosistema, la guerra, el calentamiento global, etc. Creo que la crisis económica, la recesión, la pobreza, la injusticia social, vienen de este sufrimiento. Si podemos llamar al sufrimiento, al sufrimiento real, por sus verdaderos nombres, será de gran ayuda. Porque sabremos exactamente qué tipo de medicina, qué tipo de cura necesitamos para tratarlo.
La verdad sobre dukkha traerá la verdad sobre el cese de dukkha. Sabemos que la enseñanza de Buda en su primera charla, en su primer discurso, fue sobre las Cuatro Nobles Verdades. Y la Cuarta Verdad es llamada noble, arya, noble. Arya quiere decir noble en sánscrito. Es noble porque lleva al cese del malestar. La cuarta verdad habla del camino que lleva al cese del malestar. Se llama también aryamargga, el camino noble. En chino, [ ] significa correcto. Luego noble también significa correcto. Sabemos que el noble camino consiste en pensamiento correcto, visión correcta, habla correcta, acción correcta, medio de vida correcto...
Así que la palabra “correcto” está aquí. La palabra “correcto” en sánscrito es samyak, sama en pali. La moralidad habla de lo correcto y lo incorrecto. La moralidad es un código de conducta con autoridad en asuntos de lo correcto y lo incorrecto. Así definimos la moralidad. Un código de conducta con autoridad en los asuntos de lo correcto y lo incorrecto. La moralidad puede ser un código ideal de conducta que queramos aceptar y seguir. Queremos saber cuál es el camino correcto para evitar el sufrimiento.
Moralidad también significa ética. Es un código de conducta que muestra el camino de la virtud. La ética es la disciplina filosófica que estudia los asuntos de conducta correcta e incorrecta. Cuando Buda ofreció el Noble Óctuple Camino, quiso ofrecer un camino para todos. Un camino que lleva al cese del malestar, del sufrimiento. Pero la gente pregunta: ¿Cómo defines lo correcto? ¿Qué es para ti lo correcto? ¿Qué es para ti lo incorrecto? Cuando se habla de pensamiento correcto ¿Qué es para ti pensamiento correcto? Todo el mundo busca el pensamiento correcto. Pero, ¿qué es pensamiento correcto? ¿Cómo hay que pensar para que el pensamiento sea correcto? Habla correcta. ¿Qué hay que decir, qué manera de hablar hace que tus palabras sean habla correcta? Esa es la cuestión.
Es materia de una disciplina llamada ética normativa, moralidad normativa. Debería haber normas que te indiquen si algo es correcto o incorrecto. Una norma es un tipo de criterio. Un tipo de norma por la que puedes juzgar si esto es correcto o incorrecto. Cuando Buda dice visión correcta, le preguntamos: “Querido Buda, ¿cómo sabes que esa visión es correcta”? Esa es la pregunta básica. Por eso hay que hablar sobre normas, criterios.
El primer criterio del que hablamos es sufrimiento/felicidad. Todo lo que trae sufrimiento es incorrecto. Todo lo que trae felicidad es correcto. Ese es uno de los criterios. Dukkha y sukkha. Pero aprendimos algo sobre el sufrimiento. Hay una diferencia entre sufrimiento y dolor. Hemos dicho que si sabemos aceptar el dolor no hay por qué sufrir. El dolor es inevitable pero sufrir es opcional. Una separación puede ser dolorosa. Pero si te mueve un fuerte ideal, una vocación fuerte, una aspiración fuerte, aceptas la separación para realizar tu ideal. Aceptas dejar tu familia, dejar el confort de tu vida, llevar una vida más dura, porque quieres realizar algo importante. Por eso la separación ya no es dolorosa. Hay separación, no sufrimiento. Cuando Siddharta dejó su hogar, tuvo que dejar a su mujer, su hijo, su familia, todo, y aceptar la vida de un asceta. Pero fue muy feliz porque pudo seguir su ideal. Así, sufrir o no sufrir depende de ti. Depende de tu visión, de tu comprensión.
Por eso el sufrimiento no es sencillo. A veces el dolor es solo dolor. Y cuando puedes aceptar el dolor no sufres. Debe haber alguna diferencia entre el dolor, la falta de confort y el sufrimiento. También la felicidad. ¿Hay alguna diferencia entre la felicidad y el placer? Muchos de nosotros piensan en el placer como felicidad. Si inyectas una dosis de droga, heroína, en tu cuerpo, te sientes muy feliz. Algunos no creemos que eso sea felicidad. Algunos nos sentimos felices bebiendo mucho alcohol, coñac. Hay una sensación de placer pero, ¿es realmente felicidad? El placer puede ser diferente de la felicidad. Hay ciertos placeres que no se parecen a la felicidad. Por eso debemos mirar más profundamente. El dolor no es exactamente sufrimiento. No se puede identificar el dolor con el sufrimiento. Y el placer es diferente de la felicidad. El placer no es exactamente felicidad.
Cuando vas de excursión te vas todo el día. Subes y subes, te sientas por ahí, te haces rasguños y cosas así. Pareces sufrir durante la excursión. Unos dirán: "Qué imprudente. Mejor quedarse en casa a mirar la televisión. Mirar la tele es mejor que ir de excursión". Tú, sentado, estás de excursión y disfrutas de estar en el monte. Te acuerdas de esos que están en casa mirando la televisión, un programa tras otro. Y los compadeces. ¿Cuál es feliz? ¿El excursionista o el que mira la televisión? Depende. Vamos a la escuela y algunos de los que lo hacen lo encuentran poco agradable. Hay que ir a la escuela y estudiar todos los días, y sufres. Pero hay niños que adoran estudiar, que son felices estudiando. Así que ir a la escuela puede ser dukkhao sukkha, depende de ti. Es difícil utilizar estos criterios para definir si lo correcto es ir o no ir a la escuela. Este criterio no basta para definir lo correcto y lo incorrecto.
Las Cuatro Nobles Verdades, el primer discurso de Buda, parece decir que lo que lleva al sufrimiento es incorrecto y lo que lleva al cese del sufrimiento es correcto. Pero hay que mirar profundamente en la naturaleza de la felicidad y el sufrimiento para comprender. Por ello, tenemos otro par de criterios: beneficioso/no beneficioso, dañino. Lo que es beneficioso para ti, para tu salud, para tu comprensión, para tu aprendizaje, es bueno. Lo que no es beneficioso es malo, es incorrecto. Ir a la escuela y aprender es beneficioso. Hay una razón para soportar el ir a la escuela: aprender. Cuando bebes alcohol tienes placer, pero sabes que beber demasiado dañará tu hígado. Este es un par de criterios que puede ayudar a ver más claro. Todo lo que es bueno para el bienestar de tu cuerpo es bueno, incluyendo los diez movimientos conscientes. Si tienes eso en cuenta al hacer los ejercicios disfrutarás. Los sentirás como sukkha. Los verás como sukkha, felicidad.
Hay formaciones mentales descritas como beneficiosas como la alegría, la compasión, el perdón, la comprensión, el amor... Y cada vez que tocas las semillas de compasión, de alegría, de fraternidad en ti éstas se manifiestan, te hacen feliz. Te ayudan a desarrollar tu alegría y tu felicidad. Estas son las formaciones mentales beneficiosas. Sabes que en la otra persona hay también este tipo de formación mental beneficiosa. Hay maneras de ayudarle a tocar esas semillas beneficiosas en su interior. Se manifestarán y será feliz. Y si ella es feliz tú te beneficiarás. ¿Qué es beneficioso? ¿Qué no es beneficioso? Lo beneficioso es correcto, y lo no beneficioso es incorrecto.
Existe otro par de criterios llamado... ¿Estás confuso o lúcido? ¿Estás lúcido o confuso? Si tu mente no es clara no estás despierto. Tomas la decisión equivocada. Haces lo incorrecto. Haces un juicio incorrecto si no estás lúcido, si tu mente no es clara. Supón que bebes demasiado o supón que has tomado drogas. No tienes visión clara. Puedes ser engañado. Ninguna decisión puede ser correcta. Supón que estás enojado con tu hijo, muy enfadado. En ese momento la ira te impide discernir. No estás lúcido. Si en ese momento escribes tu testamento, no querrás que él se beneficie de tu herencia. Si tomas esa decisión en ese estado, tu decisión no será correcta. No hagas nada cuando no estés lúcido, cuando tu mente no esté clara. Espera a ser tú mismo, a tener lucidez suficiente para tomar la decisión. Así, lúcido o confuso es un par de criterios que ayuda a saber lo que es correcto o no. Decides vender tu casa porque has perdido en el juego y quieres recuperar tu dinero. En ese estado mental decides vender tu casa para tener dinero y seguir jugando. En ese momento, no estás lúcido. Estás siendo arrastrado por tus sentimientos. Si firmas el contrato para vender tu casa y gastarlo en el juego, tu mujer y tus hijos tendrán que irse a la calle. Así que tomar una decisión en ese momento es muy peligroso. Una decisión tomada en ese momento debe ser errónea. Por ello, este también es un criterio muy importante.
En la tradición budista ofrecemos _____ para abrir o cerrar, obstruir. La acción es abrir o cerrar, obstruir el paso. Abrir es hacer una excepción. Supón que no quieres mentir. Crees que mentir es incorrecto. Decir la verdad es siempre bueno y mentir es siempre una mala acción. Supón que una persona está buscando a alguien para matarlo. Y te pregunta a ti si has visto dónde se esconde. Si dices la verdad, esa persona morirá. Diciendo la verdad matas a alguien. Por eso estás obligado a mentir: “No le he visto”. Te mueve la compasión y te abres, te lo permites. Esto es una excepción. Una moralidad sin esa flexibilidad no sería inteligente. Por eso, abrir, hacer una excepción, permitir, es muy importante. ¿Tiene un médico derecho a mentir a sus pacientes? Tienes que decir la verdad a la otra persona. Pero hay muchas maneras de decir la verdad. Si no dices la verdad en el momento y lugar oportunos, esa otra persona puede morir. Por eso eliges un buen momento para hablarle de modo que pueda oír la verdad sin recibir un gran choque. Así que no decir la verdad o decirla de otra manera, usando medios hábiles, es lo que aprende un médico. A veces elegimos no decir la verdad para ayudar al otro a sobrevivir. Así que no es sencillo, es complicado. Por eso necesitamos comprensión profunda para poder practicar abrir la puerta, hacer una excepción.
Impedir significa... Hay algo que no es malo pero has de dejar de hacerlo. Hay algo que no es malo por naturaleza, pero debes evitar hacerlo. En Plum Village, se recomienda a monjes y laicos que naveguen por Internet acompañados por otra persona. También cuando van al mercado o a la farmacia, a la oficina de correos, tienen que ir con otra persona. Lo llamamos segundo cuerpo. Esa es la práctica en Plum Village. Cuando navegas por la red estás acompañado por un segundo cuerpo, para que no te adentres en terrenos no beneficiosos para ti. Si eres un hermano mayor, se sabe que nunca visitas sitios así. Pero como ejemplo para tus hermanos más jóvenes, siempre navegas en presencia de otro hermano.
Supón que bebes un vaso de vino de vez en cuando. Nunca te emborrachas, disfrutas de tu vaso de vino el fin de semana. Desde hace años no has sufrido daños, no te has emborrachado. Ahora te aconsejan que lo evites, que dejes de tomar alcohol. Preguntas por qué, si nunca te ha hecho daño. ¿Por qué tienes que privarte de ese placer? En Gran Bretaña, una mujer me dijo: “En los últimos años he bebido un vaso de vino los sábados, y no me ha hecho daño. ¿Por qué he de tomar el quinto entrenamiento y dejar mi vasito de vino? ¡Es mi gozo!” Le contesté: “Sí, yo sé que tiene toda la razón cuando dice que no le ha hecho ningún daño. Pero lo cierto es que los niños imitan a sus padres. Si sus padres fuman fumarán. Usted no tiene la semilla del alcoholismo, pero quizá uno de sus hijos sí. Por eso, no beber es ayudar a sus hijos. No lo haga por usted, sino por sus hijos.” Esto es impedir lo negativo, el daño que puede ocurrir en el futuro. Impedir, obstruir la vía. En Francia, el Ministerio de Tráfico puso un anuncio en la televisión que decía: "Un vaso está bien, pero tres vasos te traerán destrucción" (Un verre, ça va. trois verres, bonjour les degâts). Se supone que debes beber con moderación. Lo cierto es que si no tomaras el primer vaso, no habría un tercero. Abstenerse de tomar el primer vaso, es impedir el camino. Por ello existe la práctica llamada ____ que significa cortar el camino.
Accedes a Internet, y no hay daño, nunca sufres daño. Pero tu hermano menor, tu hermana menor en el Dharma pueden sufrirlo. Por ello debes dar ejemplo. Alguien bebe alcohol y conduce, y llega a casa sano y salvo. Tiene mucha suerte. Dice: “Yo bebo y estoy bien". Tiene suerte. No beber alcohol antes de manejar el coche es impedir, obstaculizar, levantar una barricada para no sufrir, para evitar el daño.
Hay también otro par de criterios propuestos por el vinaya, los entrenamientos a la plena consciencia, las enseñanzas sobre estos entrenamientos en el budismo. Hay otro par llamado_____. Los Cinco Entrenamientos, los Diez Entrenamientos que recibistes, si no los quebrantas siguen intactos, no han sido quebrantados. Pero si transgredes la norma... transgredir... A veces parece que no la transgredes, pero de hecho lo estás haciendo. Supón que estás en un lugar donde alguien intenta matar a otro. Tú tienes capacidad para prevenirlo, pero no lo haces. Aunque no seas un asesino, transgredes. Transgredes el precepto. El precepto es no matar. Tú no matas, pero permites que ocurra el homicidio. Lo llamamos “la non intervention”. No intervienes, ese es tu error. Cuando estés en una situación así debes intervenir. No puedes decir: "No soy responsable. No soy yo quien lo hace". Tú estabas ahí y no actuaste. Eres responsable.
A veces debemos mentir para salvar una vida. Y si no mientes transgredes. Parece que no mentir es lo correcto, pero en el fondo no mentir es lo incorrecto, porque si no mientes otra persona morirá. Por eso, este par de criterios es también importante. En apariencia es lo correcto, pero en el fondo es lo incorrecto. A veces hemos de mentir, y a veces hemos de matar... Es muy difícil.
La ética aplicada es la disciplina que estudia cómo obtener un resultado moral en unas circunstancias concretas. No solo especulas, no solo dices lo que es correcto o no. En situaciones concretas tienes que poner en práctica las normas que has establecido. Supón... Hablamos de la bomba atómica que lanzó el presidente Truman. Fue el 6 de agosto de 1945. Esa bomba atómica fue arrojada sobre Hiroshima, y 140.000 personas murieron en el acto. Antes, el presidente Roosevelt había dicho claramente que en una guerra has de tratar de no matar personas inocentes, evitar matar gente inocente. El presidente Harry Truman dijo lo mismo. EEUU logró hacer la primera bomba atómica, y los consejeros militares y políticos le aconsejaron usarla. Para entonces, los aliados ya estaban ganando en el Pacífico. Pero los consejeros intentaron convencer a Truman para que usara la bomba. Al principio no quería, porque no quería matar civiles, intentó evitarlo. Pero finalmente le convencieron para que lanzara la bomba, basándose en que Japón se rendiría tras la bomba. En caso contrario, la guerra continuaría y moriría mucha gente. Matando un número de personas haces que acabe la guerra, y salvas a muchos más de morir. Ese era el argumento, correcto o incorrecto. Esa es una de las situaciones en las que se debe aplicar ética y moralidad. No es fácil. Creo que las discusiones tuvieron que ser largas antes de tomar la decisión de arrojar la bomba atómica sobre Hiroshima. El presidente Truman dijo que después de tomarla durmió como un niño. ¿Cómo puedes dormir bien sabiendo que van a perderse 140.000 vidas? Quizá había pasado tantas horas escuchando y discutiendo, que estaba agotado. La bomba se lanzó el día 6. El 7 Japón no se había rendido. El 8 seguía sin rendirse. Surgió la idea de tirar otra bomba. Y el 9 de agosto se lanzó otra bomba sobre Nagasaki, una pequeña ciudad donde hubo 70.000 muertos. Y sabemos que el efecto de una bomba atómica es duradero. Muchísimas personas siguieron muriendo por la lluvia radiactiva.
La eutanasia, el control de natalidad, la píldora anticonceptiva... Todas estas cosas plantean situaciones en las que aplicar nuestra comprensión de la ética. Necesitamos una ética aplicada para resolver los difíciles problemas que encontramos. El asunto del matrimonio de los gays, lesbianas. El derecho a morir como uno prefiera... Todos estos asuntos requieren de una ética aplicada. Por ello, como practicantes, hemos de pensar con claridad, hemos de practicar la mirada profunda. Hemos de emplear la sabiduría de Buda para producir una idea clara, un camino claro según el que vivir y ofrecer al mundo.
Por eso digo que este retiro es como una meditación colectiva. Necesitamos respirar conscientemente, sentarnos conscientemente, reflexionar conscientemente, para producir pensamiento y habla correctos, verdadero pensamiento correcto. Porque tu pensamiento puede ser incorrecto y tú crees que es pensamiento correcto. La decisión de lanzar las bombas, creyeron que era pensamiento correcto. Pero, ¿lo fue? El noble camino que ofrece Buda no comienza con el pensamiento correcto. El pensamiento correcto debe basarse en algo para que sea realmente correcto. Eso es la visión correcta. Samyak drishti, visión correcta... Visión correcta es sabiduría, prajña, comprensión profunda. Es el resultado, el fruto de la práctica de la meditación. Practicamos la plena consciencia y la concentración para alcanzar visión profunda. Y esa visión profunda, esa honda comprensión, ese conocimiento, esa sabiduría, es visión correcta. Y veremos que la visión correcta es la ausencia de toda visión. Por eso necesitamos el Sutra del corazón.
El Sutra del corazón es un texto que recitamos cada día. El Sutra del corazón nos da la clase de medios para obtener la clase de comprensión correcta llamada visión correcta. En Plum Village decimos que pensamiento correcto es el pensamiento ligado a la compasión y a la comprensión. Si produces un pensamiento que no contiene compasión ni comprensión, no es pensamiento correcto. Eso significa que debería estar el elemento comprensión en el pensamiento para que sea pensamiento correcto. Comprensión es comprensión correcta. La comprensión correcta, la visión correcta, es la base de cualquier acción. Cuando pienses, cuando hables, cuando actúes, si buscas lo correcto debes basarte en la visión correcta. La visión correcta es el fundamento. Por ello, para un sistema, un camino de ética global, debemos ofrecer lo mejor de la tradición budista: visión correcta. Comprensión correcta... Y la comprensión correcta, como vemos en el Sutra del corazón, trasciende todos estos criterios. Es el criterio absoluto que trasciende estos cinco pares de criterios.
En el Sutra del corazón aprendemos que no hay nacimiento ni muerte, ni creación ni destrucción, ni crecimiento ni decrecimiento, y, si seguimos, ni correcto ni incorrecto, ni sufrimiento ni felicidad, ni beneficioso ni dañino... Y eso es muy importante. Tendemos a creer que hay algo llamado “bondad”. Pase lo que pase la bondad está ahí. Que tú estés ahí o que no estés, la bondad está ahí. Que tú estés vivo o ya muerto, la bondad está ahí. Eso es una creencia, es una conformación representada quizá en un Dios o en un principio, pero la bondad está ahí.
Según muchas religiones, especialmente las teístas, el mundo es un lugar... El mundo fue creado por un poderoso Dios amoroso. Un amoroso Dios omnipotente. Y el hombre fue creado después de la creación del mundo. El mundo fue creado como hogar, lugar, para ser habitado por el hombre. El hombre fue creado a imagen de Dios para ser hijo de Dios. Y Dios ha creado seres humanos con inteligencia, con Razón, con Libertad. Existe un plan, un proyecto divino. Y el mundo es la arena, la plataforma donde ese proyecto, ese plan se realiza. Así, Dios hace la ley. Él dice: “Esto es bueno, deberías hacerlo. Esto es malo, no deberías hacerlo”. Dios representa la bondad. Ese es, más o menos, el enfoque religioso sobre la bondad. La bondad está ahí, pase lo que pase. Que tú estés ahí o no, la bondad está ahí. Que estés vivo o muerto, la bondad está ahí.
Pero en la enseñanza budista esta cuestión es muy diferente. El bien no es posible sin el mal. El bien está ahí porque el mal está ahí. Es como el loto y el barro, la derecha y la izquierda, arriba y abajo, interior y exterior, sujeto y objeto. El bien y el mal es como todo lo demás, un par, como la izquierda y la derecha, lo subjetivo y lo objetivo, arriba y abajo, etc. Si estudiamos el Sutra del corazón y las enseñanzas del prajñaparamita, vemos que bien y mal son también producto de la mente. No es una realidad objetiva.
Es como el famoso par ser o no ser. Muchos de ustedes han escuchado el discurso del Dharma sobre nacimiento y muerte. Hablamos de ser y no ser. Algunos dicen que Dios es el fundamento del ser, el fundamento de la existencia. Pero ser es lo opuesto a no ser. ¿Cómo puedes tener la noción de ser, si no tienes la noción de no ser? ¿Cómo puedes tener la noción de izquierda sin la noción de derecha? Alguien preguntó: “Si Dios es el fundamento del ser, ¿quién es el fundamento del no ser?” Identificar a Dios con el ser es disminuir su grandeza. De hecho, Él trasciende ambos, ser y no ser. Ser y no ser son ideas, productos de la mente. No se puede describir a Dios en función de ser o no ser. Decimos que ser o no ser, ¡esa no es la cuestión!
Lo mismo es cierto para el bien y el mal. La noción del bien, de la bondad, nace de la noción del mal. Y la noción de maldad nace de la noción de bondad. La realidad trasciende las nociones de bien y mal. Es como la noción que tenemos de que hay una consciencia dentro, y el mundo, la realidad, es algo exterior. Hay una separación entre aquí dentro y ahí fuera, lo subjetivo y lo objetivo. Pero la realidad lo trasciende. De esto trata la enseñanza budista. Por eso el Sutra del corazón es tan importante. Por eso la enseñanza del vacío, la enseñanza del interser, es tan importante. Lentamente, hemos de dar fe y degustar esa enseñanza para tener realmente comprensión y visión correctas. Una vez que tengamos visión correcta todo será realmente correcto. Estos son solo medios, estos pares de criterios son solo medios, y al final hemos de trascenderlos. Por ello, el sistema ético propuesto por la tradición budista no debería contener ningún dogma. Ética sin dogma. Porque hemos de liberarnos de toda noción, incluso de la noción de bien y mal, correcto e incorrecto.
Recuerdo la última vez que estuvimos en Italia. El retiro fue tan alegre... Había casi 100 niños en el retiro. También fue un retiro profundo. El programa infantil era muy alegre. Había muchos jóvenes monjes y monjas, y jóvenes practicantes cuidando a los niños. Fuimos a una tienda cercana y compramos una bolsa de maíz. Dimos a cada participante un grano de maíz. Les dije: “Llévenlo a su casa y plántenlo en un tiesto. Asegúrense de que la tierra esté húmeda para que germine. Cuando esa joven planta de maíz brote, nos acercaremos y hablaremos con ella”.
Así que cada niño y adulto recibió un grano como trabajo para casa. Cuando la planta de maíz tuviera dos hojas, podrían interrogarle. La primera pregunta será: “Mi querida plantita de maíz, ¿te acuerdas de la época en la que eras un grano de maíz?” Esperas y escuchas: “Mi querida plantita de maíz, ¿recuerdas cuando eras un grano de maíz?” Puede que la planta de maíz se sorprenda: “¿Yo, un grano de maíz? No me lo creo.” Y le dices a tu planta de maíz: “Escucha. Yo estaba ahí cuando todo empezó. Te llevé a casa desde el retiro. Yo te puse en este tiesto y te regué todos los días. Te vi germinar, y de grano de maíz pasaste a planta de maíz. Aunque no te guste, esa es la verdad”. Intenta convencer a la planta de maíz de que una vez fue un grano de maíz. Mejor aún, puedes decirle: “Querida plantita, si miras en tu interior con inteligencia, todavía puedes ver el grano aún vivo en ti. Ya no tiene forma de grano, pero aún está en ti. Tú eres el grano de maíz”. Difícil de aceptar para la planta, pero es la realidad. De hecho, la planta de maíz es la continuación del grano de maíz. Es el grano de maíz. Tú dices la verdad, pero puede que a la planta de maíz le cueste aceptarlo. Te acercas a un joven y le dices: “Eres la continuación de tu padre, eres tu padre. Porque tu padre está ahora presente plenamente en cada célula de tu cuerpo. Esa es la verdad. Y si tienes tiempo para reflexionar, aceptarás que vienes de tu padre, eres la continuación de tu padre. Y tu padre está plenamente presente en ti, en cada célula. Cualquier cosa que hagas, tu padre la hace contigo. Cuando tú estás enfadado, tu padre está enfadado. Cuando te enfadas contigo mismo, te enfadas con tu padre. Cuando te enfadas con tu padre, te enfadas contigo mismo. Todas estas cosas son difíciles de aceptar para un joven. Pero es la verdad.
Recuerdo que un día caminaba por Londres, y vi un libro en una vitrina. Creo que era de psicoterapia. El título era: “Mi madre, yo mismo”. Creo que enseñaría algo similar. No compré el libro, ya sabía lo que decía. El Sutra del corazón no es filosofía, no es especulación. El Sutra del corazón tiene que ver con nuestra vida diaria. Tú crees que eres una persona diferente de tu padre. Pero eres él, eres su continuación. No hay padre. No hay hijo. Ese es el mensaje que ofrece el Sutra del corazón: no hay padre, no hay hijo. No hay un padre separado, no hay un hijo separado. El padre es el hijo, el hijo es el padre, padre e hijo interson. Esa es la manera de mirar, la manera de mirar que nos entrenamos a utilizar.
Así, un día llegaremos a la visión correcta, prajña. La comprensión que puede llevarnos hasta la otra orilla, la orilla de la no confusión. La orilla de la iluminación. Y todo lo que hagamos, pensemos y digamos será correcto. Por ello, la visión correcta es el fundamento de todo lo que podría ser correcto. Al matar el ecosistema te matas a ti mismo. El ecosistema está en ti, el ecosistema eres tú. Eres el planeta, el planeta es tú mismo. Todo el daño que le haces al medio ambiente te lo haces a ti. La enseñanza es muy clara en la literatura prajñaparamita.
En el Sutra del diamante aprendes que la noción de ser humano debería ser abandonada. El ser humano no puede ser sin los elementos no-ser humano. Si lo mineral, lo vegetal, lo animal, no están ahí, el ser humano no puede estar ahí. Al mirar al ser humano deberíamos ver los elementos no-ser humano. Proteger los elementos no-ser humano es proteger al ser humano. Sabemos bien que tenemos ancestros. Que nuestros ancestros no son solo humanos, porque nuestros ancestros humanos son todavía muy jóvenes. Aparecimos en la tierra muy tarde en la historia de la vida. Hay ancestros animales que aún están en nosotros, el reptil, el pez, aún están en nuestra sangre. Somos ellos ahora, no solo lo fuimos en el pasado, seguimos siendo ellos en el momento presente. Tenemos ancestros animales, tenemos ancestros vegetales...
En las historias jataka se describía a Buda como un árbol, una fruta, una roca. De hecho, en el pasado hemos sido una roca, un árbol, una nube. Y no solo en el pasado. Seguimos siendo una nube. Hay muchas nubes en nosotros. Bebemos nubes todos los días. Tenemos ancestros minerales. Y si miramos profundamente en nuestro interior, vemos que somos la historia completa de la vida. Somos el planeta. Cuidar de nosotros es cuidar el planeta. Si sabes cómo cuidarte a ti mismo de verdad, cuidas el planeta. Y cuidar del planeta significa cuidarte a ti mismo. En el Sutra del corazón aprendemos que no hay Primera Noble Verdad, no hay Segunda Noble Verdad, no hay Tercera Noble Verdad, no hay Cuarta Noble Verdad, porque la primera es la segunda, la primera es la tercera, la primera es la cuarta. No hay separación alguna. Eso es comprensión correcta, visión correcta.
Si los palestinos ven esto, ven que ellos son también israelíes. Si los israelíes ven esto, ven que los palestinos son ellos mismos; que hacer daño, castigarse mutuamente, no es lo correcto. Así que la visión correcta es muy importante. La comprensión correcta es muy importante. Con visión correcta ves que esa persona que vas a matar, es tú mismo. Si hay un conflicto entre padre e hijo, y si padre e hijo tienen visión correcta, verán que uno es el otro, y que hacerse sufrir es hacerse sufrir a uno mismo. Por ello, un código ético, un código de moralidad, debería incluir, debería presentar, debería expresar ese tipo de visión profunda. Esa visión de interser, de no dualismo.
Así que, por favor, cuando hables sobre el primer entrenamiento a la plena consciencia, no matar, habla de manera que se capte esa visión. Las personas se matan entre sí porque no poseen la visión profunda del interser. No ven que esa persona que están matando es ellos mismos. Tenemos que presentar todos los entrenamientos también de esa manera. Si consumes sin plena consciencia te destruyes a ti mismo, destruyes el planeta. El fundamento de los cinco preceptos, de los cinco entrenamientos, es la comprensión profunda, la comprensión correcta. El tipo de visión profunda que puede llevarte a la otra orilla, la orilla del bienestar, el cese del malestar.
Hemos de estudiar el Noble Óctuple Sendero bajo esa luz. ¿Qué es lo correcto, qué es pensamiento correcto? El pensamiento correcto es el tipo de pensamiento que acompaña a la visión de no dualidad, de vacío, de interser. Nosotros, practicantes, podemos producir pensamientos que concuerdan con ese tipo de visión. El pensamiento producido así nos curará a nosotros mismos y al mundo. Porque acabará con la separación y la desesperación.
Los cinco entrenamientos a la plena consciencia no son cinco mandamientos que vengan de una autoridad, de un Dios. Vienen de nuestra propia sabiduría, nuestra visión profunda. Y esa visión es el resultado de nuestra práctica de plena consciencia y concentración. Lo mejor que podemos ofrecer al mundo como practicantes, el producto que podemos ofrecer al mundo, es visión profunda. Esa visión profunda nos liberará. Y no es posible sin plena consciencia y concentración. Por eso, vivir nuestra vida en plena consciencia y concentración es seguir produciendo visión profunda para nuestra liberación, nuestra propia sanación, nuestra propia alimentación, y liberación, sanación y alimentación para el mundo. Así que, por favor, estudien de nuevo el Óctuple Camino y miren el pensamiento correcto, habla correcta, acción correcta, modo de vida correcto, de nuevo, a la luz de la comprensión correcta.
Samyak drishti, el tipo de visión que trasciende toda visión. Toda visión, toda enseñanza de Buda debería ser considerada como una herramienta, no la verdad absoluta, incluyendo la enseñanza de la impermanencia, no yo e interser. Has de ser capaz de eliminar la noción de permanencia. Pero puedes quedar atrapado por la noción de impermanencia. Y la impermanencia no ayuda. No creas haber alcanzado lo que Buda quiso que alcanzaras, no lo has alcanzado. Tienes que abandonar tu noción de impermanencia. Tienes que liberarte no solo de la noción de permanencia, tienes que liberarte también de la noción de impermanencia.
Sufres porque quedas atrapado por la noción de un yo. Pero si quedas atrapado en la noción del no-yo, sufres. Por ello tienes que superar la noción de no-yo. Por eso la visión correcta es la ausencia de todo tipo de visión, incluyendo la visión de impermanencia, de no-yo de interser, etc. Eso es lo esencial del prajñaparamita.