La mente como fundamento de todos los preceptos
LA MENTE COMO FUNDAMENTO DE TODOS LOS PRECEPTOS
Thich Nhat Hanh
Buenos días, querida sangha. Hoy es de 9 junio del año 2009, y estamos en New Hamlet, en el templo Bondad Amorosa en nuestro retiro de 21 días.
Gracias por haber observado el día sin automóvil con alegría. Es maravilloso ver que cientos de autos se quedarán aparcados por 24 horas o más. En Plum Village tenemos un día sin automóvil cada semana. Y también en nuestros monasterios en California, Nueva York y otros. Hay miles de amigos, decenas de miles de amigos que también hacen un día sin automóvil a la semana. Y nos sentimos muy felices de hacerlo. No estamos obligados a hacerlo, nadie nos fuerza a hacerlo, pero sentimos alegría porque practicar un día sin automóvil es producto de nuestra visión profunda para nuestra felicidad. Practicamos el día sin automóvil con mucha felicidad. Es una ofrenda que hacemos a la Tierra, que hacemos a Buda y a la Sangha observando un día sin automóvil. Saben que el monasterio Deer Park funciona ahora totalmente con energía solar. No usamos el suministro eléctrico. Durante todo el año usamos energía solar. Tenemos autos que funcionan con aceite vegetal. Huelen a patatas fritas.
Queridos amigos, este que tengo ante mí debe de ser el primer loto de la temporada. Cuando lo miras puedes ver el barro y todo lo que contiene: la luz del sol, la lluvia, todo. Tu consciencia está en él. Él es el objeto de tu consciencia. Normalmente la primera flor de loto no florece hasta el 19 o 20 de junio. Pero este año tenemos la suerte de tener la primera flor de loto muy temprano. Por supuesto el loto no huele como el barro. Pero el barro está en el loto. Nosotros podemos tratar el sufrimiento de tal manera que el sufrimiento pueda ser transformado en comprensión, compasión, tan bellas como una flor de loto. Sabemos que el barro y el loto interson. Sabemos que sufrimiento y felicidad interson.
Cuando estudiamos y practicamos los cinco entrenamientos, somos conscientes de que los cinco entrenamientos son fruto de nuestra meditación. Nacen de nuestra plena consciencia y concentración. Representan nuestra visión profunda. Es como cuando observamos un día sin automóvil. Nadie nos impuso esta idea. Nadie nos ha obligado a hacerlo. Pero como tenemos esa profunda visión de que eso es algo bueno para la Tierra y para la humanidad, lo hacemos con alegría. Es lo mismo con los cinco entrenamientos. Los practicamos con gran alegría. Sabemos que no han venido de alguien en el cielo. Han venido de nuestra propia práctica de plena consciencia y concentración. Presentemos los cinco entrenamientos de manera que se reconozca en ellos el fruto de nuestra práctica. Esa es nuestra visión profunda.
Sabemos que las muertes que suceden en muchos lugares se deben al fanatismo, la estrechez de miras, el pensamiento erróneo. Limitarse a decir que no es bueno matar no ayuda mucho. Pero si sabemos cómo hacer para que la persona que va a matar tenga la visión del interser, se deshaga del fanatismo, de la estrechez de miras, entonces esa persona dejará de matar. Por eso, nosotros, como una sangha, hemos intentado presentar la enseñanza, la práctica de Buda, de tal manera que la gente vea con alegría que es la mejor visión. La versión que hemos utilizado los últimos años es: "Consciente del sufrimiento causado por la destrucción de la vida, me comprometo a cultivar la compasión y aprender maneras de proteger la vida de las personas, animales, plantas y minerales. Tomo la determinación de no matar, de no dejar que otros maten y de no apoyar ningún acto letal en el mundo, en mi pensamiento y en mi manera de vivir". Queremos introducir en esto la visión profunda del interser, para ayudar a la gente a aprender, practicar y darse cuenta por sí misma que el primer entrenamiento viene de ellos mismos, y que es una alegría poder practicarlo. Podemos proponer algo como esto: "Me comprometo a practicar el mirar profundamente para tocar la naturaleza de interser de todos los seres para trascender la discriminación, el apego a puntos de vista, la intolerancia y el dogmatismo, que son la base del miedo, la exclusión, la ira, el ansia y la desesperación que llevan al acto violento y a la destrucción de vida". Eso es algo que debemos practicar, aprender y meditar. Hemos de vivir cada día profundamente, en plena consciencia, para ver la naturaleza del interser en todo, para ver que felicidad y sufrimiento no son cuestiones individuales, que cuando dañas al medio ambiente te dañas a ti mismo, que cuando dañas a otra persona te dañas a ti mismo.
Sabemos que el noble camino propone la visión correcta, porque la visión correcta excluirá o transformará la intolerancia, el dogmatismo, el apego a puntos de vista, la discriminación. Esa es la visión profunda que puede liberarnos de esas cosas. Porque la discriminación, el apego a puntos de vista, la intolerancia, el dogmatismo, son la base de la exclusión, el miedo, la ira, el ansia y la desesperación. Esto lleva a matar, a destruir la vida.
El noble camino propone la visión correcta, y sabemos que la visión correcta es la desaparición de todo tipo de puntos de vista. Por cierto, la palabra nirvana significa “extinción”. En primer lugar, significa extinción de todo punto de vista, tanto si es un punto de vista sobre nacimiento y muerte, identidad y otredad, ser y no ser, etcétera. Durante la guerra de Vietnam éramos conscientes de que había mucho miedo, ira y fanatismo. Las ideologías que estaban tras esa guerra eran el comunismo y el anticomunismo. Los comunistas querían destruir a los anticomunistas. Y los anticomunistas querían destruir a los comunistas. Importamos ideologías del exterior. Eso es una desgracia. ¿Por qué hemos de importar ideologías del exterior? Tenemos nuestra tradición espiritual. ¿Por qué hemos de importar esas doctrinas e ideologías, adoptarlas y convertirnos en enemigos? ¿Por qué hermanos han de matar hermanos? Las armas también se importaban del bloque comunista y del bloque anticomunista. No solo importamos ideologías, también importamos las armas. Atrapados en esa situación, ¿cómo podíamos reaccionar los budistas? Porque la guerra de Vietnam fue una guerra internacional apoyada por dos bloques: el bloque comunista y el bloque anticomunista. Miedo e ira. El bloque anticomunista temía que, si perdía Vietnam, perdería otros países de la zona. Estados Unidos estaba invirtiendo muchas vidas humanas, dinero y armas en la guerra de Vietnam. Estados Unidos perdió muchos jóvenes allí, sufrió mucho, como los vietnamitas.
Podemos ver claramente que las raíces de la guerra son la estrechez de miras, las ideologías. Te apegas a un punto de vista. Crees que tu punto de vista es el mejor. Y tienes que morir por él. Algunos de nosotros en Vietnam intentamos alzar nuestras voces, decir al mundo que no queríamos la guerra. Nos obligaban a tomar las armas y a matarnos unos a otros. Pero nosotros no queríamos. Queríamos la reconciliación. Aquellos de nosotros que trabajábamos por la paz y la reconciliación fuimos proscritos. Ambos bandos ejercían la censura. La voz de la gente que quería la paz no podía ser oída. Todo el mundo pensaba que los vietnamitas queríamos luchar hasta el final. Pero esa no era la verdad. La mayoría de nosotros no quería la guerra. Por eso, algunos de nosotros se inmolaron vivos, para atraer la atención del mundo, decir una única cosa: no queremos esta guerra. No queremos hermanos matando hermanos con armas extranjeras, ideologías extranjeras. Thây estaba entre los que intentaron hacerlo y fueron reprimidos por ambos bandos. Era muy difícil, muy peligroso. Porque si tomas partido, estás protegido al menos por uno de los bandos, pero si no tomas partido te expones a ser destruido por ambos bandos. Es muy difícil. En la guerra de Vietnam luchamos por la paz. Encabezamos acciones para ayudar a refugiados, víctimas de guerra. Lo hicimos en el espíritu de Buda: no violencia, no discriminación. Pero es muy difícil comunicar con el mundo exterior para conseguir apoyo suficiente para el camino de la reconciliación. Hubo monjes y monjas que se vertieron gasolina y se quemaron vivos en un intento de atraer la atención de la prensa para que se supiera que nuestra intención no era continuar la guerra. Nuestra intención era detener la guerra.
Si aún hay guerra en muchos lugares del mundo hoy en día, es por la misma razón. Estamos atrapados por un punto de vista. Creemos que el nuestro es el único verdadero. Somos dogmáticos. Nos hacemos intolerantes. Estamos apegados a nuestro punto de vista. Aquellos de nosotros que practicamos según la comunidad del interser sabemos que el primer precepto es sobre el no apego a puntos de vista. Es muy importante en el budismo. El primer precepto, el primero de los cinco entrenamientos de la plena consciencia, es no matar. El primer entrenamiento de los 14 trata sobre apertura. Y el segundo es no apego a los puntos de vista. Ambos tratan de la necesidad de estar abierto, de deshacerse de los puntos de vista, de liberarse de doctrinas, de ideologías. Porque nosotros estábamos en apuros, era muy peligroso. Aprendimos la verdad y sufrimos a causa de la intolerancia, el dogmatismo y el apego a puntos de vista.
“Conscientes del sufrimiento creado por el fanatismo y la intolerancia estamos decididos a no idolatrar ninguna doctrina, teoría o ideología, ni siquiera las budistas”. ¡Muy radical! Este es el rugido del león. “Conscientes del sufrimiento causado por el apego a puntos de vista y a percepciones equivocadas, estamos decididos a evitar tener una mente estrecha y apegarnos a las visiones actuales. Aprenderemos y practicaremos el desapego a puntos de vista para estar abiertos al conocimiento y experiencia de los demás”. Así que no matar no es el precepto básico del budismo. Cuando te liberas de puntos de vista, de dogmatismo, de intolerancia, súbitamente dejas de matar. No tenemos necesidad de decir que no debemos matar.
Aquéllos que practicamos en la Orden del Interser sabemos que los primeros preceptos son los preceptos de la mente. Sabemos que hay tres series de preceptos, de entrenamientos de la plena consciencia: preceptos que conciernen a la boca, preceptos que conciernen a la mente y preceptos que conciernen al cuerpo. No matar pertenece a los preceptos que conciernen al cuerpo. Pero el cuerpo no es la raíz. La mente es la raíz. Por eso, en la Orden del Interser empezamos con los preceptos del corazón, de la mente. Estos son los tres aspectos de la acción, karma. Tiene que ver con el habla correcta, tiene que ver con la acción correcta. Normalmente, los preceptos sobre el cuerpo van antes: no matar, no robar, no cometer adulterio, etc. Tiene relación con el cuerpo. Pero en la enseñanza budista real, la mente es el fundamento. Por eso, sería mejor empezar con los preceptos de la mente.
Muchos de nosotros en la Orden del Interser no hemos tenido la oportunidad de aprender cómo nacieron los catorce preceptos. En este retiro vamos a poder descubrirlo. En el dhammapada se dice: "La mente precede todo lo conocible". Espero que reconozcáis la palabra "conocible". Es un término técnico en budismo que es la traducción castellana de la palabra dharma. Conocemos Dharma, con D Mayúscula. Es la enseñanza de Buda. Y dharma, con d minúscula, es los objetos de nuestra mente, objetos de nuestra consciencia. Así que conocible significa objetos de la mente, significa "cosas", "fenómenos".
La mente es la raíz, el primero de los fenómenos. Pero al usar la palabra "fenómeno" pensamos que los fenómenos existen separadamente, independientes de la mente. Así que “conocible” es la traducción oficial de dharma. En francés es "le connaissable". Existe la mente, pero la mente no puede ser mente por sí misma. Cuando la mente se manifiesta debería ser sujeto y objeto. Como en la percepción, cuando percibes, percibes algo. Percibir es siempre percibir algo. Y tener consciencia es siempre consciencia de algo. En la Fenomenología también estudiamos esto. La consciencia es siempre consciencia de algo. No existe una consciencia por sí misma. Sujeto y objeto deben manifestarse unidos, como izquierda y derecha se manifiestan juntas. Así que conocible significa “el objeto de la mente”. La mente es el conocedor, y el dharma es el objeto de la mente, lo conocible. “La mente es su jefe, ellos están hechos de mente”. Lo conocible está hecho de mente. "Si con mente corrompida se actúa o habla, sigue el dukkha (malestar) causado por ello, como sigue la rueda a la pezuña del buey". Esta no es una traducción de Thây. El inglés de Thây es mucho más simple. Esta es la traducción de Shantipado Thera, de Sydney. Así que, si hablamos o actuamos con una mente corrompida, una mente con percepciones erróneas, el sufrimiento nos seguirá. Igual que la rueda sigue al buey. "Si se habla o actúa con mente clara y segura, seguirá la felicidad causada por ello, como una sombra que nunca se va”. “Si con mente clara y segura uno hablara o actuara, seguirá la felicidad causada por ello, como una sombra que nunca se va”. Esa es la enseñanza de Buda. La mente es el rey, la mente es el fundamento. Por ello es bueno presentar primero los preceptos de la mente, y presentar los preceptos sobre habla y cuerpo más tarde. Los catorce entrenamientos de la plena consciencia están clasificados y presentados de esa manera, empezando por los preceptos de la mente. Esta noche hemos visto las primeras raíces de los entrenamientos de la plena consciencia. Por esto siempre empezamos por la mente.
La segunda raíz está en el sutra llamado "Sutra dado al Rey del Océano". Es el Taisho 598. El nombre en sánscrito es “Sagaraha Naga raja paripaccha sutra”. “Sagaraha” es el nombre del Rey del Océano. “Naga raja” es el Rey de Naga. "Paripaccha" significa preguntas. En este sutra Buda propuso diez preceptos. No tan solo cinco, sino diez preceptos, desarrollados a partir de los tres. Hay preceptos relacionados con el cuerpo, hay preceptos relacionados con el habla, y hay preceptos relacionados con la mente.
En cuanto a la mente, hay tres preceptos. El primer precepto de la mente es no ansia, el segundo es no ira, y el tercero es no visiones erróneas. Puedes ver las raíces de los entrenamientos aquí. En cuanto al habla hay cuatro preceptos. Sabemos que mucho del sufrimiento resulta del habla incorrecta. Hay cuatro preceptos que conciernen el habla: no mentir, no usar doble lenguaje, no insultar y no exagerar. En cuanto a los tres preceptos sobre el cuerpo son: no matar, no robar y no tener una conducta sexual errónea.
Queridos amigos, los catorce entrenamientos nacieron en un mar de fuego. Muy caliente, la situación de guerra era muy caliente. Y sabes cómo es el fuego del fanatismo, cómo es de caliente el fuego del fanatismo.
Recuerdo la primera vez que transmitimos los catorce entrenamientos a un grupo de seis personas. La hermana Verdadero Vacío (Chan Kong) era una de las seis. Otra joven, de nombre Mai, se inmoló para hacer un llamamiento a la paz y la reconciliación. Otra chica, una joven mujer entonces, vive aún en Vietnam. Se dedica al trabajo humanitario. Había tres hombres jóvenes también. Recuerdo muy bien el día en que los ordené como los seis primeros miembros de la Orden del Interser. Era 1964. La Orden del Interser nació en un entorno de máximo sufrimiento, muy duro. Por eso el primer precepto es no apego a puntos de vista, apertura, tolerancia. Porque vimos que el apego a puntos de vista, la estrechez de miras, el fanatismo, es la base de mucho sufrimiento. Aquellos de nosotros que practicamos como miembros de la comunidad principal o como miembros de la comunidad extendida, sabemos que hemos de aprender para alcanzar la visión profunda del interser. Hemos de liberarnos de puntos de vista. No debemos ser dogmáticos. Y no deberíamos apegarnos a ningún tipo de ideología u opiniones. Esa es la enseñanza básica de Buda. Y ese es el primer precepto.
Cuando Thây estudia el Sutra dado al Rey del Océano, Thây piensa que podemos presentar los entrenamientos de manera que podamos hablar al sufrimiento de nuestro tiempo. Era muy difícil hacer que fueran diez, por eso tenemos catorce. Por favor, en este retiro deberíamos intentar revisarlos. Podemos unir el primero y el segundo para hacer sitio para otro entrenamiento. Ya que el primero trata de la apertura, que es muy similar al no apego a puntos de vista. Podemos unir los dos para hacer sitio a otra visión profunda. Ahora ustedes conocen las raíces de los entrenamientos. Hay detalles que descubrirán más tarde.
El noble camino recomienda la visión correcta, trascender todos los puntos de vista, liberarse de todo tipo de puntos de vista. Y la segunda noble verdad puede ser también vista como un camino. Pero sabemos que no es un camino noble, sino el camino del sufrimiento, un camino innoble. Su nombre es “visión errónea”. El enemigo que hemos de combatir es “visión errónea”. Sabemos que cuando hablamos de visión correcta no estamos pensando en algún tipo de visión superior a todo otro punto de vista. Sabemos que toda visión debería ser eliminada. Buda fue muy claro en esto. Cuando enseñaba sobre el vacío, sunyata, temía que sus estudiantes lo adoptaran como un punto de vista. Cuando enseñaba sobre el no yo, temía que sus estudiantes lo adoptaran como un punto de vista. El no yo es la enseñanza y práctica que te ayuda a superar la visión de un yo, para que puedas verte a ti mismo en la otra persona y a la otra persona en ti. Pero muchos lo asumimos como un punto de vista. En lugar de estar atrapado por la visión del yo estás atrapado por la visión del no yo.
Eso es lo que Buda no quería. Has de liberarte de la visión del yo, pero has de liberarte también de la visión del no yo. Y es lo mismo con el vacío. Distinguimos entre visión profunda, "insight", y visión, punto de vista. Las enseñanzas pueden primero presentarse como un punto de vista. Cuando hablas debes emplear palabras, como si propusieras un punto de vista. Pero como estudiante, como amigo de Buda, deberías conocer el riesgo. La otra persona puede recibirlo y quedar atrapada en ese punto de vista. Así que habla con habilidad. Ofrece la enseñanza con habilidad, para que el otro no quede atrapado en esa visión. La visión profunda, "insight", no es un punto de vista. La enseñanza puede considerarse como un medio para ayudarte a alcanzar la visión profunda.
Buda dijo: “Mi enseñanza es como un dedo. No es mi intención mostrar mi dedo. Mi intención es mostrar la luna en el cielo. Pero si piensas que mi dedo es la luna, te perderás. Por tanto, debes usar mi dedo de manera inteligente”. La enseñanza, el Dharma, también es así. Debe ser recibida como una herramienta hábil y no quedar atrapado en ella. Esto es algo como un punto de vista. La intención no es ofrecerte un fósforo, sino ofrecerte una llama. Hemos de ser muy hábiles para hacer que este fósforo produzca una llama. Y cuando la llama se manifieste, consumirá el fósforo. La visión profunda, insight, al nacer extingue toda visión. Ya no hay más puntos de vista. Eres libre. Hay visión profunda en tu visión, y es esa visión profunda la que te liberará, no un punto de vista. Esto es muy importante en las enseñanzas de Buda. Por ello, en la Orden del Interser empezamos con los preceptos de la mente en los entrenamientos de la plena consciencia: apertura, no apego a puntos de vista, rechazo de toda ideología y doctrina, incluyendo las ideologías y doctrinas budistas. Si no somos capaces de trascender el dedo, nunca podremos ver la luna.
Ayer leí el discurso que hizo el presidente Obama en la Universidad de El Cairo el 4 de junio. Les recomiendo su lectura. Habla como un maestro del Dharma. Dice: “Quiero empezar de nuevo con el islam. Los Estados Unidos y el islam no son enemigos. Los Estados Unidos no deberían excluir el islam y el islam no debería excluir a los Estados Unidos”. Algo así como “intersomos”. Reconoció todo lo bueno que el islam ha dado en herencia a la cultura del ser humano. Es uno de los pocos políticos que sabe cómo usar la palabra amorosa con humildad. Tan solo el habla ya puede acabar con mucho sufrimiento. Lo aplaudieron porque fue capaz de usar la palabra amorosa. Fue capaz de ser humilde. Fue capaz de mostrarles la naturaleza del interser, aunque no empleó esa palabra. Obama, maestro del Dharma. ¡Apóyenlo! Porque si no lo hacen, rodeado de consejeros militares y asesores políticos, puede que tenga que llegar a soluciones de compromiso y no pueda seguir. Es muy importante. Obama está hecho de elementos no Obama. Ustedes son el elemento no Obama. Deben seguir apoyándolo. Recuerden el día de su toma de posesión. La prensa de toda la nación respaldaba a su presidente. Es cierto. Porque la gente no quería seguir en la misma situación. La gente quería un cambio. Y la sangha es muy fuerte. ¿Cómo mantener aquello? ¿Cómo preservarlo? ¿Cómo mantener la sangha y esa potente visión profunda? Esta es nuestra oportunidad.
En tu vida diaria, tu práctica, deberías ser capaz de hacer algo para reforzar la sangha que está detrás, alrededor de él. Si tú has votado por él, aunque no seas estadounidense, votaste por él. Su discurso lo deja claro, ¿no? Existen puntos de vista erróneos, y hemos de ayudar a eliminar esos puntos de vista erróneos. Su discurso quería conseguir, ayudar, a eliminar muchos puntos de vista erróneos. Él lo hace por nosotros. Y nosotros hemos de hacerlo en otros frentes: en la familia, en la escuela, en la sociedad. Nuestra práctica es eliminar el fanatismo, la estrechez de miras, las visiones erróneas, el apego a los puntos de vista. Esos son el primero y el segundo preceptos de la Orden del Interser.
Obama dijo en su discurso que los Estados Unidos no quieren que las tropas se queden por siempre en Afganistán. Lo dejó claro. Utilizó el tipo de habla que llamamos habla correcta, con humildad, el tono de la reconciliación. En ese discurso él reconoce los valores del islam. Dijo que el islam y los musulmanes son parte de la nación estadounidense y que han contribuido mucho a la prosperidad de los Estados Unidos. Apreció la presencia de musulmanes en los Estados Unidos. Dijo: “Les traigo saludos de la comunidad islámica. Y yo soy de Estados Unidos”.
Así que el noble camino propone visión correcta, pensamiento correcto. Sabemos que el sufrimiento ha sido generado debido al pensamiento erróneo, pensar en términos de dualidad, discriminación, odio, intolerancia, fanatismo. Ese pensamiento es posible a causa de las visiones erróneas. Con visiones erróneas no puede haber pensamiento correcto. Hay maestros del pasado que dirían que lo primero es dukkha, la primera noble verdad es el malestar, el sufrimiento. Y se dan por satisfechos al decir que la causa del malestar es el deseo. Pero no es cierto. El deseo es solo una pequeña parte del camino erróneo. La auténtica realidad tras el sufrimiento es la visión errónea que lleva al pensamiento erróneo. El sufrimiento del mundo y nuestro propio sufrimiento han sido creados por visiones y pensamiento erróneos. Por eso hemos de cultivar nuestra mente. Hemos de ver a la mente como el rey, la mente como el líder de todas las cosas, como en el dhammapada. Hemos de trabajar con nuestra mente.
El noble camino propone el habla correcta. Sabemos que mucho sufrimiento ha sido creado por el habla errónea. El habla errónea es un tipo de habla que no tiene apertura, que no tiene comprensión, compasión y reconciliación. Cuando escribes algo, cuando dices algo por teléfono, deberías usar el habla correcta. Debería transmitirse nuestra visión profunda, nuestra comprensión, nuestra compasión. Cuando practicamos el habla correcta nos sentimos maravillosamente en nuestro cuerpo, nuestra mente. Y los que nos oyen se sienten también así. Nos es posible usar el habla correcta, hablar con compasión, tolerancia y perdón varias veces al día. No cuesta nada y te cura a ti mismo y al mundo.
El noble camino propone la acción correcta. Sabemos que el camino que lleva al sufrimiento se caracteriza por la acción errónea. El tipo de acción que mata, mutila, destruye seres humanos, otras especies y el medio ambiente. Observar un día sin automóvil no es una acción errónea. Es una acción correcta.
El noble camino recomienda el medio de vida correcto. Sabemos que la causa del sufrimiento radica en un estilo de vida erróneo. Ganamos nuestro sustento de manera que dañamos a otros seres humanos. Supón que nuestra nación vende armas a países pobres, porque hay mucha industria en nuestras naciones. Sabemos que la hay en Estados Unidos, la hay en Francia, la hay en Gran Bretaña. Vendemos armas a los países pobres, les decimos que necesitan algo para defenderse. Jugamos con el miedo, porque esa industria nos da mucho dinero. Eso no es medio de vida correcto. No deberíamos permitir que nuestro país continúe por ahí. Hemos de actuar para detenerlo. Porque los niños, los pobres de esos países necesitan pan, arroz, no necesitan armas. Imagina un niño que sostiene un plato durante horas sin recibir nada en su plato para comer. Tú le ofreces granadas y bombas y pistolas. No tiene sentido. Si eres cineasta, si estás en la industria del entretenimiento, sabes que hay asuntos que se venden muy bien. Pero cuando los niños consumen estas películas consumen mucha violencia, ira y miedo. Pero al venderlas ganas mucho dinero, así que sigues produciendo este tipo de películas. Y nuestros hijos se intoxican con ira, miedo y violencia todos los días. Algunos ven al día tres horas de televisión o más. Ese no es un buen, correcto, medio de vida. En la industria del automóvil puedes hacer automóviles de lujo, que consumen mucha gasolina. Debes satisfacer a la gente rica del mundo. No estás pensando en la escasez de energía, en la contaminación. Eso no es un medio de vida correcto. Puedes pensar en crear un tipo de automóvil que funcione con aire comprimido u otro tipo de energía limpia. Hay muchas profesiones, muchas maneras de ganarse la vida, que son dañinos para el ser humano y la naturaleza. Si eres un ser iluminado, si ves la naturaleza de interser, si practicas el medio de vida correcto, ves que serás mucho más feliz, aunque tengas un salario menor. Tienes ese tipo de medio de vida correcto. El medio de vida que expresa más compasión y comprensión. Usar un automóvil más pequeño, tener una casa más pequeña, un salario menor. Puedes ser más feliz si sabes que estás sobre el camino correcto, que estás en el camino de Buda. No haces mal al medio ambiente, a otras especies. Está muy claro. Cuando observas las raíces del sufrimiento has de ver todas estas cosas. ¡Es tan fácil! Basta con mirar al noble camino y ves el camino innoble que lleva al sufrimiento.
Plena consciencia. Dejo la diligencia para más tarde. Ayer hablamos sobre enfocar nuestra mente solo hacia el pasado. Es una tendencia natural. Lo que hemos vivido y toda la experiencia de nuestra vida está almacenada en nuestro depósito de conciencia. Durante la vida diaria solemos deslizarnos hacia el pasado. Lo importante es que el niño que hay en nosotros está acostumbrado a ese pasado, no quiere salir de ahí con nosotros al momento presente. Se ha convertido en un hábito. Y tú lo haces con él. Tú escuchas su llamada y regresas al pasado. Encuentras más cómodo quedarte en el pasado. Pero sabes que tu vida está aquí y ahora. Aquello es solo un conjunto de imágenes, un conjunto de películas. Por eso es muy importante hablar con tu niño interior, dentro de ti. Deberías tener tiempo para hablar con la pequeña niña, con el niño que está en nosotros y que está aún profundamente herido.
El trauma del pasado sigue entrometiéndose en el momento presente. Por supuesto que en el pasado, de niños, hemos sufrido. Si fuimos maltratados en el pasado conocimos la sensación del miedo, nos sentíamos impotentes, nos sentíamos indefensos. Sentíamos que no podíamos defendernos. Sentíamos que estábamos a merced de la situación, de los demás. Pero ahora la situación es diferente. Hemos crecido hasta ser personas adultas, hombres fuertes, mujeres fuertes. Hemos de hablar al niño en nosotros: “Cariño, ¿sabes quién soy? Soy tu yo adulto, soy tú. Quiero decirte que el pasado ya se ha ido, y que podemos vivir en el momento presente. Ya no estamos a merced de la gente. Ya no somos frágiles ni vulnerables. Ahora podemos defendernos. Somos muy capaces de defendernos a nosotros mismos. Ven conmigo al momento presente. Deberíamos vivir nuestra vida en el momento presente”. Querido amigo, sabes que en Plum Village practicamos la campana de la plena consciencia. Al oírla regresas al momento presente. Puedes estar visitando el pasado y pensar que ese es tu hogar. Y siempre quieres regresar al hogar, donde te sientes cómodo, confortable. No hay ningún lugar como el hogar. Pero ese no es tu verdadero hogar. Tu verdadero hogar está en el aquí y el ahora. Porque solo aquí y ahora puedes encontrar vida real. Allí solo encuentras recuerdos. Y no quieres vivir en la prisión del pasado. Por esa razón hemos de hablar con el joven en nosotros: “Cariño, ¿sabes una cosa? Yo soy tú. Soy tu yo adulto. Sé muy bien que nos hemos hecho adultos. Ya no somos un frágil niño. Ya no estamos a su merced. Ahora podemos defendernos. Podemos actuar, llamar a la policía, encontrar trabajo, vivir ahora nuestra vida. Así que no te preocupes.” Háblale. Transfiérele tu sabiduría, transfiere tu visión profunda al pequeño ahí abajo, y sácale fuera. Esto es muy importante.
La campana te ayuda. Hay muchas maneras de ayudarte. Puedes llevar algo encima. Y cuando toques ese objeto recuerdas que has de regresar de nuevo al momento presente. En Plum Village, cuando oímos la campana practicamos la respiración consciente. Decimos: “Escucho, escucho la campana. Este sonido maravilloso me lleva de regreso a mi verdadero hogar”. Mi verdadero hogar está en el aquí y el ahora. Aquél no es mi verdadero hogar. El pasado no es mi verdadero hogar. Tienes que educar al niño que hay en ti. Ese no es tu verdadero hogar. Nuestro hogar está aquí. Aquí podemos encontrar las maravillas de la vida. Podemos vivir nuestra vida de verdad. Podemos encontrar alimento y sanación aquí, en el momento presente. Invita al pequeño niño siempre a salir, no le permitas que te arrastre al pasado. Esta es una práctica muy importante.
Cuando vives en una comunidad de práctica como Plum Village, todo te incita a salir de ese mundo del recuerdo y vivir tu vida en el aquí y el ahora. Ver a un hermano caminar en plena consciencia es una campana de atención. Nos acordamos por lo que vemos y lo que oímos de regresar a nuestro verdadero hogar. Nuestro verdadero hogar está en el aquí y el ahora. Hay aún mucho miedo, mucha ansiedad, mucha angustia en nosotros. Porque el niño no ha sido liberado. Por eso, debes permanecer en contacto con él, con ella, e intentar ayudarlo, llevarle la visión profunda. Dile algo como esto: “Ahora estamos bien establecidos en el momento presente. Por favor, mira conmigo. ¿Tenemos algún problema ahora? ¿Intenta alguien maltratarnos ahora? ¿Intenta alguien encerrarnos en un armario ahora? No. Ahora somos libres. Podemos salir cuando queramos, podemos ir al parque, podemos ir al mercado. Podemos utilizar el teléfono. ¿Tenemos algún problema ahora?”. Díselo. Y verá que ahora no tenemos ningún problema. Y si ahora no tienes ningún problema entonces no tienes ningún problema en absoluto. No creas que aún tienes problemas. Eso son preocupaciones sobre el pasado. El pasado se ha ido. Dile esto: “Todo está bien ahora. No hay ningún problema ahora”. Es algo sencillo pero muy claro, muy profundo. Hemos de recordarlo. Todo está bien ahora. No hay ningún problema ahora. ¿Por qué sigo preocupándome? ¿Por qué permites que la angustia y el miedo te arrastren completamente? No tiene sentido.
Así que establecido en el aquí y el ahora con clara visión aprendes a vivir profundamente cada minuto de tu vida. La alegría y la felicidad son posibles. Esa es la práctica de la plena consciencia correcta. Regresa siempre al momento presente y vive tu vida. Todo lo que buscamos está aquí, en el momento presente. Los hermanos, los hermanos jóvenes de Upper Hamlet están diseñando un reloj que pronto estará disponible. Cuando miras el reloj ves siempre el momento presente. Las doce en punto es ahora. Las tres en punto es ahora. Las seis en punto es ahora también. Solo ves ahora. En él solo ves ahora. Cualquier hora que sea es ahora. Esa es nuestra intención.