Manual de plena consciencia por semanas (21 al 25)
La 21ª semana
Haré consciencia y anotaré diariamente, identificaré y reconoceré aquellos pensamientos que ocupan la mayor parte del tiempo mi mente, y simplemente a su lado escribiré: me produce bienestar, me produce malestar…
¿Qué alimento me doy yo a mí mismo a través de mi mente? Me construyo, me destruyo, me acepto, me culpo, me juzgo, me doy alegría, tristeza, me comprendo y me amo, me desprecio y me odio…me proporciono paz, ansiedad, felicidad, sufrimiento…
La 22ª semana
Esta semana me comprometo a crear al menos tres veces al día las condiciones necesarias para darme a mí mismo alegría y felicidad.
En mi mente pensaré la mayor parte del día pensamientos que me produzcan bienestar, alegría (tengo unos ojos que me permiten ver las maravillas de la vida, unos pies que me permiten desplazarme libremente por el espacio, etc…). Soy muy afortunado: para un ciego su mayor alegría sería poder ver, para un paralítico poder caminar.
Haré al menos un acto diario que me produzca alegría; llamaré por teléfono a una amiga, veré el atardecer, iré a ver a mi madre… iré a ver una buena película, compraré la planta de la alegría, regaré las plantas hablando cariñosamente con ellas, etc… Y a la noche anotaré estos actos, y si no he hecho ningún acto que me dé alegría, me diré cosas bellas, reales, a mí mismo.
La 23ª semana
Esta semana me comprometo a dar la menor energía posible a los pensamientos que me producen malestar, manteniéndolos el menor tiempo posible en mi mente. Les diré cada vez que aparezcan: «¡Hola! ¡Otra vez aquí! Ya te conozco, te sonrío y te dejo partir, sigue tu camino». Y me centraré en sentir mi respiración, cambiaré ese pensamiento por otro que me dé alegría.
La 24ª semana
Haré consciencia sobre la aceptación: ¿Me comprendo, me acepto y me amo a mí mismo como soy? Consciente de que hay muchas cosas que aún debo transformar, escribiré en una lista las cosas que vaya descubriendo que me gustan de mí, y en otra, las cosas que me gustaría transformar. ¿Me comprendo, me sonrío a mí mismo y me permito fluir como un bello río? ¿Comprendo, acepto y permito fluir a los otros seres que me rodean como son? O, ¿deseo que sean solo como yo quiero que sean y si no es así me enfado? Anotaré todos los enfados que tengo durante cada día por este motivo. ¿Comprendo y acepto las leyes de la naturaleza de nacimiento, madurez, vejez y muerte? En mí mismo y en los seres que amo.
La 25ª semana
Ser consciente de cualquier formación mental (ira, miedo, alegría, depresión, ansiedad…). Cada dos semanas elegiremos una para estudiarla y observarla en nosotros, elegiremos la que más nos hace sufrir. Estar muy atentos a nuestra respiración mientras observamos cómo surge, se mantiene y se desvanece, no para reprimirla o ahuyentarla sino para cuidarla.
La identificaremos, la reconoceremos llamándola por su nombre (hola ira…) en el mismo instante que comienza a manifestarse, nos concentraremos profundamente en ese instante.
Como ejemplo vamos a estudiar la ira. Cuando surge concentrarnos en la respiración . evitamos escuchar o mirar la persona que vemos como causa de nuestra ira (pero las raíces de nuestra ira están en nosotros).
Sea lo que fuese que nos está enfureciendo, tendemos a poner toda nuestra atención en ello y al igual que un bombero, hemos de echar agua al fuego inmediatamente y no malgastar el tiempo buscando a la persona que encendió el fuego, no hablar, no escuchar, no hacer nada en absoluto, sino solo concentrar nuestra mente en sentir y seguir nuestra respiración.
a) Identificarla, reconocerla, abrazarla con la Plena Consciencia.
inspiro sé que estoy furioso, que hay ira en mí
espiro sé que he de hacerme cargo de mi ira
inspiro sé que la energía de la ira está en mí
espiro calmo, abrazo mi ira
b) Concentrarnos sobre la Formación Mental que está presente.
c) ¿Cómo ha venido?
¿Qué causas la han originado?
¿Cuáles son sus raíces?
¿Qué alimentos la nutren?
Cuatro clases de alimentos:
1. Comida, bebida.
2. Impresiones sensoriales
3. Deseo profundo, ver si es o no sano
4. Conciencia – mente
Deseo profundo: corremos detrás de aquello que creemos nos hará felices…Queremos ser alguien…obtener algo (una casa, un coche, pareja etc…). Sientes que estás incompleto y corres y corres detrás de algo…pero todo ya está aquí, porque ERES lo que quieres ser… ya ERES. La plenitud es posible cuando dejas de correr… Tienes todo el cosmos en ti, mira tu propio cuerpo.
Escribiremos todo lo que vamos descubriendo que alimenta nuestra ira, con el propósito de alimentarla cada vez menos, todo aquello que no se alimenta muere.
Si la Formación Mental nos da alegría y felicidad, la mantendremos con nosotros el mayor tiempo posible, y la alimentaremos para que crezca.
Si la Formación Mental nos da malestar, sufrimiento, dejaremos de proporcionarle los alimentos que la nutren.
Queridos amigos, os deseo una feliz práctica y que a través de ella obtengamos los frutos de la comprensión, la compasión, la paz y la felicidad para nutrirnos de ellos y ofrecerlos al mundo en cada uno de nuestros pasos como verdaderos activistas por un mundo más feliz y en paz.
Como dice nuestro amado y venerable Maestro Thay:
No hay camino hacia la felicidad.
La felicidad es el camino