El Buda y la Sangha original

Mi Señor Buda, te veo sentado con tu Sangha de monjes, monjas y laicos. Soy como el Rey Prasenajit quien, cada vez que veía la Sangha de monjes y monjas, sentía tu grandeza y se llenaba de fe, respeto y admiración. Veo tu presencia en la Sangha. Transmitiste tu sabiduría y compasión a incontables personas.

Querido Buda, todos tus discípulos, tanto monjes, monjas o laicos, son de una u otra manera tu continuación, ellos son el Buda. Te veo en los métodos de practicar tus enseñanzas, la cual, cuando se usa inteligentemente, siempre conduce a la transformación y a la curación.

Querido Buda, te reconozco en la energía de la comprensión y la compasión, en el cuerpo de las personas, en escritos, poesía, arquitectura, música, y otras obras de arte y otras formas de cultura. Te reconozco, al Buda, en mí mismo, en las semillas de la consciencia y el amor que hay en mí y que hacen que me sea posible practicar la comprensión y la compasión.

Tocando la Tierra

Querido Buda, con el cuerpo, palabras y mente unidas, toco la Tierra para estar en contacto con mi yo consciente, en la Sangha, en las enseñanzas y prácticas del Dharma, y en las maravillosas oportunidades que has creado para mi vida espiritual.

[Campana]

Con el cuerpo, palabras y mente unidas en agradecimiento, toco la Tierra ante el Buda Dipankara, quien predijo la total iluminación para mi maestro original, el Buda.

[Campana]